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La pandemia que desnudó las precariedades del sector laboral en Paraguay

¿Cuáles son las oportunidades para generar y mejorar el trabajo en nuestro país? Es una de las interrogantes que líderes juveniles de varios sectores trataron de responder en el proceso de diálogo de Paraguay Ahora. El encuentro aglutinó a varios líderes representativos del sector privado, como Bruno Defelippe (ASEPY), Natalia Ramírez (Codeleste), Florencia Fustagno (UIP Joven) y Milton Abich (UGP Joven) en un encuentro virtual que se celebró el pasado 3 de septiembre.


La pandemia del Covid-19 evidenció muchos problemas que nuestro país acarrea desde hace décadas, y uno de los sectores más golpeados fue el laboral. Despidos masivos de trabajadores en grandes empresas y negocios que tuvieron que “reinventarse” o cerrar definitivamente al no soportar la cuarentena estricta de los primeros meses de esta crisis mundial forman parte de este panorama.


Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revelados en agosto, durante el segundo trimestre de este año el desempleo llegó a unos 318.984 compatriotas, de los cuales 141.865 son hombres y 177.119 mujeres. Es decir, que la cantidad de desempleados aumentó a 13.000 con relación al trimestre anterior e incrementó a 62.000 comparado al mismo periodo del 2020, año considerado el más crítico por el inicio de la pandemia.


Sin acciones concretas

Ricardo Arriola, Presidente de la Federación de Industrias Creativas, hizo énfasis en el sector cultural y creativo, además de las MiPyMES. Dijo que la pandemia “puso en relieve cosas de las que no se toman acciones concretas, como los enormes desafíos de la formalización en Paraguay, en especial en el sector rural”. Mencionó las situaciones que atraviesan ciudades como Encarnación y Ciudad del Este ante el cierre de las fronteras, mientras que en Asunción las empresas necesitan acceder a créditos para no prescindir de sus empleados.


Arriola también expuso la precarización laboral del sector cultural. “Es un sector que estuvo buscando la forma de sobrevivir este tiempo, a partir de colectas y asistencia directa”. No obstante, gracias a la conectividad se abrieron oportunidades para exhibir obras o películas mediante las plataformas web, lo cual abre un panorama de oportunidades para la exportación de la producción nacional.


Gisella Peralta, paraguaya residente en México, señaló la ventaja que representa para ella la virtualidad, ya que trabaja en equipos de Paraguay. “Hoy en día tenemos que poder tener esta resiliencia y adaptación a los cambios al momento de generar empleo”. Por su parte, Rodrigo Valdez, emprendedor del sector tecnológico, ve al teletrabajo como medio de accesibilidad y de inclusión para personas con discapacidad, o que son responsables de tareas de cuidado y necesitan quedarse en sus casas.


Belén Leguizamón coincidió en las ventajas del teletrabajo, pero recordó el gran desafío de conectividad que existe en el país, sobre en zonas rurales. Sobre el punto, Gisse Peralta se refirió a desigualdades que todavía persisten y que impiden el acceso pleno al empleo.



Natalia Ramírez Chan, empresaria de Ciudad del Este, se refirió al problema de la informalidad, sobre todo en los sectores de las MiPyMES, los emprendedores y el cultural. “Que puedan darse cuenta de que si no dan ese paso no van a poder crecer ni generar empleos, o van a generar empleos informales”, señaló, aludiendo a la responsabilidad del Gobierno a la hora de brindar apoyo.


Rento Minardi apuntó a varios aspectos, entre los cuales se destacan la debilidad del Estado para hacer frente a crisis importantes, las barreras que dificultan la formalización de empresas y la falta de programas de protección social para la inserción de las mujeres al mercado laboral. “El Estado se enfoca mucho en las empresas y poco en las personas”.